QUE NO FALTE EN UNA PELICULA DE TERROR



Contra todo pronóstico, fui al cine a ver una película de terror. Y digo "contra todo pronóstico" porque no es un género que consuma, no solo porque me genera algo de estrés ver un contenido que me tensione, sino porque a la larga muchas películas de terror utilizan los mismos pasos para generar la misma reacción dentro de la audiencia.

Cuando uno entiende la fórmula, las películas se vuelven muy previsibles, es más de lo mismo con otro elenco y una máscara diferente.

Por eso quise hacer este listado de cosas que siempre están en las películas típicas de terror. Y aunque evidentemente existen muchas películas que se salen del molde, otras siguen el mismo patrón y obtienen el mismo resultado, uno que otro bostezo.

Para empezar, ¿qué onda con tener siempre una víctima que investiga los ruidos extraños? Es que es lógico, cuando uno escucha un ruido espeluznante en el sótano, altillo, casa, cementerio, armario, baño o en el bosque oscuro, uno tiene que ir a investigar de qué se trata en vez de salir pitado. Por ejemplo, todas las películas de terror que he visto en mi vida. A ninguna le ha faltado esta escena.

¿Qué pasa con las luces que siempre se apagan misteriosamente? Qué difícil es encontrar una película de terror que cuente con un buen electricista que arregle las bombillas defectuosas. Eso es como una epidemia: si no parpadean, se apagan súbitamente cuando lo que se necesita es tener más luz. Es muy difícil hacer terror a plena luz, pero el susto a oscuras es un cliché.

Las casas embrujadas siempre tienen compradores en todo el mundo. ¿Por qué no comprar una casa cómoda con buena iluminación en un sitio bonito para criar a sus hijos? ¿Es en serio necesario mudarse a un sitio con una historia aterradora? Llena de telarañas, poca iluminación, cerca a un cementerio y donde los últimos inquilinos se despertaron muertos luego de un asesinato espantoso. ¿A son de qué? Además, están llenas de espejos que funcionan como un televisor que todo el tiempo están trasmitiendo espantos.

Las viejitas se saben el final de la película. Si una anciana te dice que no te acerques a cierto lugar o a cierta cosa, ¿por qué no le paran bolas? Siempre la toman de loca, la ignoran, cuando esa mujer ya leyó el final del guión. Solo uno debe escucharla, obedecerla, y todos, si no felices, al menos vivos.

El susto falso siempre es seguido del verdadero: Las películas de terror adoran el pre-show. Te hacen saltar con un susto falso y luego sueltan el verdadero cuando menos lo esperas, y cuando llega este susto automáticamente todo el audio se mutea para hacer más escandaloso el momento.

El personaje que tropieza cuando no lo necesita: Pudo haberse hecho una maratón durante toda la película, pero siempre, justo cuando el asesino está a punto de atraparte, el protagonista se tropieza con algo invisible del suelo. Y obviamente, el asesino disminuye la velocidad para hacer la que yo llamo secuencia angustiante. Aplíquese también para cuando la víctima y el asesino quedan colgados de algún elemento de altura faltando 5 minutos para que se acabe la película. ahí una ve caer el final porque la ley de gravedad no actúa sobre el protagonista.

Si son muchos los personajes, los separan: ¿Por qué, en medio de un apocalipsis zombie o en una casa embrujada, es mejor que los maten uno a uno que en bloque a todos? Es lógico. Si no, la película se podría resumir en un reel de Instagram. Así que hay que innovar para, a la larga, hacer lo mismo: dejar uno o dos sobrevivientes.

El teléfono que nunca va a funcionar, y si funciona, lo tiene chuzado: En una película de terror, siempre que necesitas hacer una llamada de emergencia, el teléfono no va a cooperar, y si coopera, se corta en la mitad de la comunicación en ese momento que va a dar la información necesaria para tu rescate o te comunica directamente con tu futuro asesino.

Siempre que estés frente a un espanto, hay que esconderse en el armario, debajo de la cama o entre las sábanas: Los aliens, los fantasmas y los asesinos nunca jamás revisarán en esos lugares, ahí puedes estar a salvo. Si eres el protagonista, si no lo eres, hasta ahí le llegó el personaje.

Tendremos siempre un giro de último minuto: En muchas ocasiones, las películas dan giros inesperados que cambian todo lo que sabíamos. Y en casi todas esas ocasiones, esos giros son tan exagerados que no dan susto sino risa. Aparte, a esa altura de la película, el presupuesto ya se ha acabado.

Tiene que haber un personaje que en el mundo real se supone nos genere algo de seguridad o paz, embrujado, endiablado o poseído. Puede ser un niño bonito, una niña con una larga cabellera, una adorable anciana, un tierno muñequito, algún santo. Todos adquieren fuerza sobrehumana y un instinto de hacer sufrir a cualquiera que pase por su lado o a quienes.

¿Recuerdas alguna otra escena repetida en las películas de terror que no puede faltar?

Mat

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