Pues bien soy un tipo especial que tiene sus problemas muy claros:
Tengo una maravillosa y por uds bien ponderada manía de escribir mis intimidades en mi blog. Cosa que uds que me agradecen pero que muchas personas que conozco odian.
También soy un imán para las personas menos indicadas (problema desde hace un tiempo para acá lo tengo completamente controlado) y otro de mis problemitas es obviamente levantarme temprano. Pero les tengo una fabulosa noticia. Eso es cosa del pasado *aplausos* (Me sentí en comercial de limpiador)
Si usted es como yo, que dormido tiene la capacidad de apagar la alarma del despertador, del celular, apagar el televisor, hasta negar a su mismísima madre y seguir dormido para despertarse precisamente una hora después que la junta de vida o muerte de su trabajo se acabara. Les tengo la solución.
Compre un par de gatos bebes. De hecho no los compre, adoptelos.
No, no piense en la labor diaria de limpiar el arenero o intentar no pisarlos a oscuras. Piense que esas pobres criaturitas merecen una oportunidad y que si usted se las puede dar, no puede ser tan egoísta. Mis gatitos son Alex y Max son la cosa mas divina, tierna, simpatica, chillona y madrugadora que ha podido parir una gata. No ha pasado un solo día de estas dos semanas que mis mininos no estén muy a las seis de la mañana chillando como locos para que les de desayuno.
Ya no necesito usar ni el despertador, ni el celular y mucho menos el televisor para despertarme. Tengo un par de personajes mas puntuales que novia fea que están chillándome al pie de la cama para que les de de tragar.
Una vez mas el orden universal esta en equilibrio. Para dueño excéntrico, gatos excéntricos. Ambos con síndrome de gallo y lo peor de todo es que no hay manera de apagarlos ni que se les acabe la bateria!
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