ALGUNA VEZ HAN QUERIDO TANTO ALGO TAN INTESAMENTE


 


Que terminan rompiéndolo?

Por primera vez en toda mi vida escribo con vergüenza. Vergüenza y arrepentimiento.

Alguna vez hace muchos años, me regalaron un pollito. Me gustaba tanto y estaba tan encariñado con el que el segundo día de tenerlo, lo apreté a mi pecho con tanta fuerza, que el pobre animalito sucumbió ante mi mortal cariño. De nada sirvió el intentar hacerlo revivir con masajito cardiaco como vi que hacia en las películas.

Cuando era niño me regalaron un arco con unas flechas. Me encantaba. Yo era la sensación entre mis amiguitos del barrio con mi juguete nuevo. Todos envidiaban mi arco y yo lo amaba. Finalmente fui aceptado en los juegos…. Bueno, yo y mi arco. Un día de la emoción en mitad de un juego lo estire tanto que termine partiéndolo por la mitad. No hubo cinta pegante que pudiera repararlo.

De adolecente me regalaron un ángel de cristal plateado. Era mi gran tesoro. No permitía que nadie siquiera lo tocara. Siempre pensé que era mágico, que me protegía y lo que le pidiera a mi angelito de la guarda, siempre me lo concedía. Un día en mi terquedad por querer ser yo el único que podía limpiarlo, mientras lo pulía me distraje, se resbaló de mis manos y termino en mil pedazos a mis pies. No pudo gota mágica que lo volviera a reconstruir

Y también tuve la mejor de las relaciones que jamás pude haber siquiera soñado. La cuide tanto y di lo mejor de mi para conservarla. Le dedique mi corazón entero. Pero en un día de furia e inducido por la confusión y la ira terminé hiriendo a la persona que mas quería. Mi tesoro. Y ahora no arrepentimiento que valga.

Una vez más quise tanto algo y por “manicagao” terminé destruyéndolo. Esta es la mejor constancia que no siempre soy la victima. A veces soy el victimario. Pero a diferencia del pollito, el arco y el ángel esta ha sido mi peor perdida.

No soy finalmente tan bueno como pensaba, no soy el hombre que alguna vez creí ser.

Lo siento. (Y este post no es como el masaje cardíaco, la cita pegante o la gota mágica que pretende reparar mi error, es un "lo siento" de un hombre que sabe perfectamente lo que ha perdido)

Te quiero...

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