HOY, HACE 29 AÑOS




Alguien quien quiero mucho vivió uno de esos momentos que le marcaron la vida, así que por primera vez no voy a ser yo quien escribe en mi blog. Y para mi es todo un orgullo que esa persona, sea mi mamá.
 
Era el 12 de mayo del 1984, a las ocho de la noche mientras que Julio E Sánchez continuaba su programa Concéntrese, un dolor nunca sentido me hizo levantar de un salto…  Me sentí muy nerviosa pero feliz por que luego de nueve meses de espera al fin había llegado el momento anhelado.
Le dí una atenta mirada a la canastilla de cintas azules y a la pañalera para verificar que estuvieran completas, y rápidamente corrí a la cocina a tomarme una cucharadita de aceite de oliva "disque" para agilizar el parto (Eso me recomendó doña Clemencia una de esas parteras que tenia diez hijos)
Ya en la cocina también busqué unos higos que me regalaron para ayudarme a  disminuir los dolores que en ese momento eran fuertes, me hacían sudar y sentía la necesidad de agarrarme de cualquier cosa que encontrara para apretarla fuerte y no gritar. Dejé q hirviendo los higos y salí caminando lo mas rápido como pude al baño a ducharme con agua caliente para suavizar los dolores, dilatar lo suficiente y hacer que el bebe que estaba por venir naciera más rápido. (Cosa que no sirvió de mucho pero fueron las orientaciones que recibí de algunas mamás de mis estudiantes y como buena primeriza, las seguí al pie de la letra, por que uno no puede pretender enseñarle a una mamá a hacer hijos)

Les confieso no dormí durante toda la noche, quería dormir y ya, pero esto era como una carrera cada vez me apuraba más y más. Además que le pedí ayuda a una vecina quien hizo público mi trabajo de parto a todo el barrio, así que empezaron a visitarme compañeras de trabajo, vecinas que triplicaban mis 21 años y tenían toda la experiencia en estos casos mientras que Don Rosario el abuelo de mi bebé me vigilaba atento en cada uno de mis contracciones.

A las ocho de la mañana, luego de una noche de perros. (Literal) mis dolores se habían pasmado, y mi barriguita estaba caída y el bebe no se movía. Esto no era buena señal, así que entre un aguacero impresionante y con toda la urgencia del caso me llevaron al hospital. Luego de una revisión de urgencia, el diagnóstico para mi no podía ser mejor mi hijo que estaba por nacer, solo que había decidido quedarse quieto y dejarme descansar.

Hasta las tres de la tarde llegó el Doctor más famoso del pueblo entre las maternas, se llamaba Fidoly y era quien atendía todos los partos. Luego de revisarme y con una cara entre risa y burla me aseguró, que el bebe nacería a eso de las diez de la noche, o el 14; además agregó con una sonrisa de mofa: “Sonia, ahora si va a saber que es pujar” Se imaginarán mi cara, no estaba lista para soportar tanto dolor y por tanto tiempo, quería que fuera ya y sin dolor. Mientras tanto mi hijo que se suponía estaba por nacer permanecía tranquilo no se movía.

No entiendo como en el hospital pretenden que una mujer que esta a punto de dar a luz se quede acostada en la cama, si con el paso de las horas esos dolores se van agudizando.
 Las enfermeras me daban la indicaciones de respirar cuando llegara el dolor... o cuando se fuera?  (La verdad nunca entendí como se respira para que los dolores de parto dejen de ser tan fuertes). Además el dolor se triplicaba cuando la enfermera se colocaba ese guante largo y temeroso para hacerme el tacto junto a otras tres maternas que como yo estaban en labor de parto. La única diferencia es que ellas ya tenían práctica en estos menesteres, mientras yo estaba sufriendo uno de los dolores más terribles que había sentido jamás
Entonces para distraerme un poco e intentar no tener que pasar otra noche esperando que a mi hijo le diera en gana nacer, decidí caminar por los pasillos hasta que en una de esas caminatas de ir y venir sentí que algo caliente bajó por mis piernas, cosa que me asusto demasiado, al tiempo que las enfermeras me regañaban y me gritaban que había roto fuente.

Me llevaron a una habitación donde estaba una cama con una sábana muy templada, entonces pensé que finalmente había llegado la hora. Me acostaron intentando tranquilizarme, el doctor me dio algunas indicaciones en Alemán por que con la conmoción del momento y el dolor jamás le entendí y se fué. Inmediatamente entró una enfermera con cara de 38 montado (como dice mi mamá), y me dijo “Le voy a colocar pitocín, para ayudarla con el parto”. Como madre primeriza pensé que la famosa inyección me quitaría los dolores y podría ver en cuestión de minutos a mi hijo.

Pobre ilusa. A los quince minutos los dolores me hacían llorar y aumentaron en frecuencia. Ya no me podía parar siquiera. Mientras tanto entre mi dolor y llanto miraba como las enfermeras y las personas presentes me miraban con cara de pesar.

No supe cuanto tiempo estuve allí con tanto dolor, de repente vi como llegó una camilla, me subieron a ella y empezaron a correr, mientras yo miraba en el dolor mas intenso que solo conoce una madre, las luces del pasillo rogándole a Dios que todo saliera bien, que el dolor cesara pero lo mas importante imaginando como seria estar junto a mi hijo 

Dentro de la sala de partos, todo me dolía demasiado, pero no me quise perder de nada, escuchaba al doctor decir que no quería nacer, que estaba muy cómodo en mi vientre. Entonces supe en carne propia que eran un parto normal, es decir sentí todos los dolorosos... 
Finalmente, el dolor cesó y noté que mi hijo no lloró como normalmente sucede, y ví como el doctor tuvo que hacer un esfuerzo para hacerlo llorar, luego lo limpiaron, le pusieron un saquito azul y lo colocaron a mi lado. Estaba calientico y solo buscaba mi seno con su boquita, mientras yo lo miraba incansablemente. Ahí estaba yo con mi primer hijo el ser mas maravilloso que Dios me había regalado, y me lo quiso regalar un trece de mayo a las seis y quince minutos de la noche.

Así llego al mundo mi Mateo, hoy hace 29 años. Mi primer hijo quien me hace feliz y me hace sentir orgullosa cada día, feliz cumple años mi vida.

Esta es en realidad mi primera historia y creo que la mejor manera de celebrar dos fechas que coinciden hoy. El día de las madres, por que estoy seguro que cada uno de ustedes son los responsables del dolor de parto de la mujer que los ha hecho mas feliz de lo que jamás los hará ninguna. Y además de celebrar con ustedes hoy mi cumpleaños.

Gracias mamá por escribir esto hoy para mi, ha sido uno de los mejores regalos que me pudiste haber dado en un día como hoy Te amo.
Nos leemos al rato, bye

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