TIPS PARA LA PRIMERA MOTELEADA



Para comenzar, quiero dejar en claro que los moteles son establecimientos que merecen respeto y admiración, ya que ofrecen un servicio social tanto para relaciones permanentes como para un encuentro casual. Es crucial dignificarlos y entender la labor social que desempeñan.

Si nunca ha visitado un motel, puede compararlo con un restaurante. Es un lugar donde usted va, come, paga la cuenta y, si le gustó el lugar, puede ir a repetir el mismo plato o arriesgarse con un plato nuevo. Nadie lo va a juzgar porque, técnicamente, está diseñado para ir a disfrutar sin importar que pida. No obstante, la primera vez en un motel puede ser incómoda, por lo que es esencial que tenga en cuenta algunas indicaciones:

En primer lugar, si es su primera vez y es el responsable del pago, debe considerar el precio. Cuanto más económico, es probable que la calidad de la habitación sea más paupérrima, por no decir miserable.

Por ejemplo, si la tarifa es de siete mil pesos por hora, es probable que el baño sea compartido o que el inodoro se tape con solo mirarlo. A medida que aumenta el costo, las condiciones mejoran, y debe tenerlo en cuenta. Algunas habitaciones pueden tener sauna, turco, silla del amor, tina, minibar o incluso piscina. Si la habitación ofrece más comodidades, seguramente usted cuenta con un mejor presupuesto y puede darse el gusto de disfrutar plenamente de la experiencia. Porque sea el motel que sea, debe ser lobo.

Si tiene dificultades para diferenciar entre un motel y un hotel, tenga en cuenta que los moteles ofrecen servicios por horas, mientras que los hoteles cobran por noche. Además, los moteles suelen tener nombres fácilmente identificables, como Erectus, Punto G, Amantes, Secretos, Casita del Placer, o algo similar. Y tienen entradas más discretas. No va a encontrar a un Botones en la puerta de un motel esperando cargarle el equipaje. Posdata: Siempre lleve ropita de cambio. Uno nunca sabe.

Después de realizar las llamadas necesarias y obtener información sobre presupuesto, ubicación y el lugar elegido, es hora de llegar al destino.

Es importante destacar que no hay nada más incómodo que llegar por primera vez a un motel con alguien con quien no quiere ser relacionado. Si tiene carro, debe considerar que las placas podrían delatarle. Si prefiere el taxi, el taxista podría ser amigo de alguien que conoce. Si decide entrar a pie, lo mejor es enviar primero a su ganado y luego ingresar solo; por su seguridad, es mejor dejar la duda en el aire antes que confirmar algo.

Si va a este sitio de adoración con alguien con quien mantiene una relación o ninguna de las partes tiene algún tipo de compromiso, omita el anterior párrafo.

Una vez dentro de la habitación, olvide la palabra "higiene". Un motel no es el lugar más pulcro del mundo, y las posibilidades de encontrar algo desagradable son directamente proporcionales a lo que haya pagado. Así que prepárese para asumir ese riesgo.

Recuerde que en un motel, al igual que en un hotel, lo que consuma literalmente se paga. Recuerde que los condones son más caros que en una droguería, ya que son un artículo con alta demanda. Además, es recomendable no andar descalzo por los rincones, nunca considerar robar una toalla y tener en cuenta que la almohada puede no haber estado siempre en una cabeza, y que la funda podría no haber sido cambiada.

Para concluir, si logra superar todos los desafíos y disfruta completamente de su primera visita al motel, tenga en cuenta que, pasadas las horas pautadas, se comunicarán con usted para que haga un forzoso check-out con las pocas fuerzas que le quedan. Porque un motel es como un juego de sillas, donde uno se acuesta en la cama que está desocupada.

¿Cómo fue su primera experiencia en un motel?

Mat

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